La definición de la obsolescencia programada es la siguiente: " La determinación o programación del fin de la vida útil de un producto, de modo que tras un periodo de tiempo dicho producto se quede obsoleto, inútil, que no funcione. El periodo de tiempo de vida útil es fijado por el fabricante o por la empresa durante la fase de diseño".
Este documental trata la obsolescencia programada desde su "invención", está ejemplificada con diversos productos (actuales, necesarios, antiguos...), muestra diferentes alternativas y también su impacto en el medio ambiente.
En este post, pretendo plasmar el documental, aunque recomiendo ver el vídeo.
Si bien, el término obsolescencia programada como he dicho antes, es un concepto que actualmente goza de cierta fama, es algo que se está poniendo en práctica desde los años 20, cuando los fabricantes empezaron a acortar a sabiendas la vida útil de los productos.
El primer producto que fue presa de la obsolescencia programada fue la bombilla. Nos muestran algo curioso, en el parque de Bomberos de Livermore, California, cuentan con una bombilla especial, una bombilla que está siempre encendida, retrocediendo en la historia de la bombilla, descubrieron funciona sin interrupción desde 1901 y situaron su origen en Ohio, hacía 1895 y queda claro que su filamento se hizo para que durase. Celebraron su siglo haciéndole una fiesta de cumpleaños.
¿Cómo se hizo la obsolescencia programada con el control de la vida útil de las bombillas? Viajamos hasta Ginebra, el día de navidad de 1924, se celebró una reunión llevada a cabo por hombres importantes con caros trajes, estos elegantes hombres crearon lo que se considera el primer cártel mundial de la bombilla y repartirse los beneficios del pastel.
Dicho cártel fue bautizado bajo el nombre de Phoebus y en su lista aparecían los más importantes fabricantes de bombillas de Europa y Estados Unidos entre otros, su objetivo era cambiar patentes para conseguir un total control de la producción y por tanto el control del consumidor.
Si bien la finalidad de la fabricación en el nacimiento de la bombilla era que durase , en estos años 20 era que no durase tanto. Fue en 1881 cuando Edison sacó a la venta su primera bombilla con una vida útil de 1.500 horas.
En 1924, año del nacimiento de Phoebus la duración anunciada de la vida útil de las bombilla era de 2.500 horas, obviamente en sus anuncios destacaba la durabilidad de las bombillas, pero por distintas cuestiones Phoebus decidió reducir el tiempo de vida de las bombillas a 1.000 horas, y en 1925 se formó el comité de las 1.000 horas de vida útil de las bombillas. Debido a esto, los fabricantes de bombillas se vieron presionados para crear un producto peor para cumplir con la norma impuesta por el cártel. En los años 40 el cártel fue descubierto y los fabricantes fueron demandados por competencia desleal, fijación de precios, y bajar la calidad de las bombillas, en los años 40 ya se había conseguido el objetivo del cártel de la bombilla, habían conseguido reducir la vida de las bombillas, lo hicieron de manera progresiva. Si que es verdad que tras años de juicio, los jueces dictaron la prohibición de la limitación de la vida útil de las bombillas, cuestión que está perfecto sobre el papel, pero que en la práctica no se lleva a cabo.
Décadas más tarde se habían creado diferentes tipos de bombillas con una duración mayor, pero no llegaron a ver la luz. Si bien es cierto que en los tiempos que corren, Phoebus no es conocido como tal, lo sigue haciendo con otros nombres desde las sombras. En la actualidad contamos con una bombilla, fabricada por Philips basada en la tradición y adaptada a los nuevos tiempos, hablamos de una bombilla led con 25 años de vida.
La obsolescencia programada afloró al mismo tiempo que la fabricación en masa y la sociedad de consumo; el hecho de que los artículos se fabricasen para durar menos va acompañado de la revolución industrial, con la producción en masa los precios bajaron y los productos se hicieron más asequibles para la mayoría de personas. La idea base es: un artículo que nunca se tira, es una tragedia para los negocios.
Esto afectó de manera muy negativa a Henry Ford, conocido como el padre de la producción en cadena. Ford tuvo la idea de fabricar su modelo T (en la fotografía) en masa de manera que fuese más asequible, lo creo con la idea del único modelo, duradero y fiable. Su estrategia dio sus frutos, ya que en los años 20 la mayoría de coches eran Ford T.
El número de ventas del modelo T , era muy difícil de superar por los demás fabricantes de coches. Alfred P. Sloan, presidente de General Motors optó por una estrategia totalmente diferente a la de Ford, en vez de centrarse en la seguridad y en la fiabilidad de su nuevo modelo de chevrolet, potencio su estética, consiguiendo un número estupendo de ventas. Sloan presentó lo que se conoce como el modelo anual, y coches con diferentes formas, tamaños y colores. El objetivo de la estrategia de Sloan era que el consumidor cambiase de vehículo en una media de tres años. Sloan podría considerarse como el inventor del marketing de coches. La idea de Sloan funcionó y desbanco al modelo T, con lo cuál Henry Ford decidió retirar ese modelo y subirse al tren del modelo anual. Esto hizo que el negocio del automóvil creciese como la espuma.
La crisis de Wall Street (1929) golpeó duramente a la sociedad de consumo frenándola en seco y llevando a Estados Unidos a una recesión económica y en consecuencia a la gran depresión. El paro se elevó y causo muchos problemas, el presidente Roosvelt en 1933, propuso su plan para salir de la depresión, el plan fue llamado new deal y pretendía salir de la gran depresión a través de la construcción de obras públicas.
No todos estaban de acuerdo con la idea de Roosvelt, fue Bernard London, un inversor inmobiliario de origen judío, que había llegado a Estados Unidos desde alguna parte de Europa del Este. Consiguió meterse en el negocio inmobiliario a principios del siglo XX y consuguió un buen dinero. Propuso salir de la crisis a través de la implantación obligatoria de la obsolescencia programada, era la primera vez que el término se reflejaba por escrito. London no solo proponía la obligación de la obsolescencia programada, sino también que el consumidor devolviera el artículo en una agencia del gobierno para su destrucción. Si el artículo no era devuelto en la fecha de caducidad se multaria al consumidor. Poniendo la fecha forzada de caducidad se conseguiría que los puestos de trabajo permaneciesen, que las empresas no tuvieran que cerrar, que el consumo se elevase y que capital subiese.Nunca se llevó a la práctica la propuesta de London. Poniendo una fecha de caducidad forzada aumentaría el consumo, esto haría que las fabricas no cerrasen y estuviesen produciendo, y además que el trabajo estuviera presente, que la mano de obra seria necesaria siempre, y así el capital seguiría subiendo.
En los años 40 también contamos con ejemplo claro de obsolescencia programada, DuPon presentó las medias de Nylon,en las que no se hacían carreras, no se rompían por mucho que las estirasen; pero los ingenieros se vieron obligados a cambiar el proceso de producción y de diseño para conseguir hacer unas medias de nylon que se estropeasen antes, fue un proceso escalonado, como el de las bombillas.
En los años 50 la obsolescencia programada resurgió, pero con un giro de tuerca, ya no se trataba de obligar al consumidor, sino de seducirlo, y esto lo consiguieron a través del marketing. La publicidad tenía que establecer en el posible consumidor un deseo de poseer el nuevo artículo.
Brooks Steven fabricó numerosos productos, desde tostadoras, neveras y coches, pero siempre de la mano de la obsolescencia programada. Para Brooks el aspecto de los artículos jugaba un papel importante, tenían que ser bonitos, nuevos y modernos. Sus diseños estaban a tono con la época, eran modernos y transmitían velocidad.
Brooks Steven definía la obsolescencia programada como "el deseo de poseer algo un poco más nuevo, un poco mejor, un poco antes de lo necesario". Brooks estableció el importante papel de la publicidad, y también introdujo el término "obsolescencia percibida", una vertiente de la obsolescencia programada que se basa en la necesidad de permanecer siempre a la moda. Brooks viajó por todo Estados Unidos contando sus ideas, la obsolescencia programada gozó de mucho éxito.
La idea era la de conseguir un consumidor insatisfecho con el producto disfrutado, que lo vendiese de segunda mano, lo desechase, en definitiva se comprase uno nuevo.
La idea de conseguir la felicidad y la libertad mediante el consumo ilimitado, fue el estilo de vida de la sociedad americana de los años 50, y es la idea de sociedad de consumo implantada actualemente.
En los años 50 en un periódico de importante tirada llamado, Desing newspaper, apareció un debate sobre la obsolescencia programada, artículo que hizo que los consumidores se sintieran engañados y enfadados y que mandasen cartas de quejas al diario.
Muchas empresas estaban de acuerdo con la idea de la obsolescencia programada y querían conseguir acortar la vida útil de los productos mediante el diseño técnico, pero muchos ingenieros no estaban de acuerdo con la idea de que los consumidores pagasen por algo que ellos fabricaban mal a conciencia.
Los ingenieros de la vieja escuela defendían la ideas de hacer productos duraderos, los de la nueva escuela, engatusados por el mercado y los productos desechables estaban de parte de la obsolescencia programada.
A partir de los años 50 los consumidores empiezan a tener serias dudas sobre la obsolescencia programada y los engaños de los fabricantes. La asociación de consumidores de Estados Unidos se puso manos a la obra e hizo pruebas de vida útil y durabilidad a numerosos productos y publicó los resultados, presionó para conseguir protección legal para el consumidor, después de veinte años de litigios, consiguieron una sola ley para la garantía.
Los críticos de la sociedad de consumo veían el problema, pero no propusieron ninguna solución drástica; ya había una detrás del telón de acero, a principio de los 50, aun parecía posible que el comunismo ganase al capitalismo, tanto como sistema político como económico; La economía comunista no se basaba en el libre mercado, sino que estaba regida por el estado, era deficiente y le faltaban recursos, en ese sistema la obsolescencia programada no tenía sentido.
En 1981, en una fabrica de Berlín Este, se fabricaba una bombilla de larga duración, bombilla que dejó producirse gracias a la caída del muro de Berlín en 1989.
Más de 20 años después el consumo desenfrenado existe en la mayor parte del mundo, pero en la era de las tecnologías e internet, los consumidores luchan más contra la obsolescencia programada.
Un ejemplo de ellos son, los hermanos Neistat, artistas y cineastas newyorkinos, su primer trabajo con éxito fue un corto que se volvió viral, en el que se les veía a ellos poniendo en los anuncios de ipod, con una plantilla y un spray, "Ipod unreplaceable battery lasts on 18 months"- La batería irremplazable de ipod sura solo 18 meses.
Esta historia tiene su base en que uno de los hermanos compró un ipod para realizar sus trabajos, a los pocos meses se le estropeo la batería, llamó la servicio técnico de apple y le dijeron que la batería no se podía cambiar, que había que abrir el ipod, y que le salía mejor comprar uno nuevo.
La viralidad del corto terminó con una demanda colectiva que se conoció como " El caso Westley contra apple".
En esta parte cabe destacar que siendo apple una empresa que se jacta de ser jovén, dinámica, ecologista, no tenga un punto de recogida de sus productos, para su posterior destrucción de manera segura.
Otro de los ejemplos relacionados con la tecnología que se muestra en el documental, es la impresora, ese producto que nos vuelve loco a todos cuando intentamos hacer algo concreto con él. El caso se centraba en que la impresora de buenas a primeras dejaba de imprimir, el consumidor tras visitar diferentes puntos de servicios al consumidor en los que le recomendaban comprar una nueva, decide intentar solucionar el problema por su cuenta, al final da con una solución a través de internet; La impresora tiene un chip que se bloquea después de un determinado número de impresiones, la solución fue instalar un software para resetear el microchip.
Los críticos de la obsolescencia programada sostienen que no es una forma de vida sostenible a largo plazo, ya que vivimos en un planeta de recursos limitados; también sostienen que vivimos en una sociedad de crecimiento que no se basa en crecer para satisfacer sus necesidades, sino en crecer por crecer, en tener artículos, posesiones por tenerlas, tener sin limites, producir sin límites, comprar sin límites. Vivimos en una sociedad asentada en la publicidad y el marketing, en la obsolescencia programa, en pedir créditos para adquirir cosas no necesarias. Vivimos perdiendo la esencia de la naturaleza.
El movimiento creado por los enemigos de la obsolescencia programada es conocido como, decrecimiento.
Los defensores de la obsolescencia programada comentan que sin ella, muchos puestos de trabajo se perderían y la sociedad retrocedería hasta la edad de piedra, algo un poco exagerado, ¿no?.
Otras opiniones aunque amigas de la obsolescencia programada, mantienen que empresa y sostenibilidad van de la mano, que la cuestión no es quitar todo, si no tener en cuenta, los impactos ambientales, de transporte, el reciclaje, el ejemplo más simple y muy importante es el de quitar o reducir lo más posible la utilización de productos tóxicos de la fabricación.
Dicho esto, uno de los aspectos más importantes a mencionar es la contaminación, los residuos tecnológicos, si ya es importante la idea de que vivimos en un planeta con recursos finitos y que la fabricación contamina (los conceptos de los recursos finitos, la sostenibilidad y la contaminación no se tenían en cuenta en los años 20...) ¿qué pasa con los residuos tecnológicos? Son llevados a países tercermundistas, camuflados en camiones que llevan unos cuantos ordenadores antiguos pero funcionales, venden los funcionales y los desperdicios inundan extensiones de tierra en la que niños de diferentes edades buscan componentes electrónicos de maneras peligrosas. La basura tecnológica hace que la zona no sea habitable.
Podemos encontrar obras que ejemplifican la obsolescencia programada:
- En la obra de teatro, Muerte de un viajante, 1941.
- En el clásico del cine de 1951 , The man in the white suit, se basa en que un hombre descubre un hilo que repele la suciedad, él cree que ha tenido un golpe suerte pero nada más lejos de la realidad.
- The waste makers, un estudio de 1960.