domingo, 12 de junio de 2016

LA NAVE

Carlos estudiaba a la tarde, así que cuando terminaba las clases salíamos a dar una vuelta, aprovechando que aún las noches no eran demasiado frías solía llevar preparados un par de bocadillos y así disfrutar algo más de rato antes de volver a casa.

Nos sentamos en un banco cerca de la plaza de la iglesia de San Blas y cenamos charlando tranquilamente, la noche estaba despejada y el cielo estaba teñido de un azul añil casi negro, pero no se veía ninguna estrella. Después de cenar decidimos pasear, cerca de donde estábamos hay una zona de unifamiliares bastante tranquila, en la que hay una plaza preparada con jardines para perros y más hierbines rodeando la zona, cruzamos la calle, para seguir paseando , y a Carlos le entraron ganas de mear, se beneficio de la intimidad que ofrecía un árbol bastante frondoso situado en un pequeño jardín.

Yo me quedé en la acera, cerca de un contenedor de jardinería, me fijé en una pareja con un perro al final de la calle de enfrente, cogí mi móvil para mirar facebook y contestar algún mensaje ; me quedé pensando una respuesta para una amiga y la pantalla se bloqueo, obviamente se veía el negro de la pantalla de un móvil bloqueado, mirando la pantalla vi como un reflejo de luz verde. Una luz verde como fosforita.

Mire hacía arriba y vi una nave negra a una altura muy baja, su forma era semi-triangular, o triangular, no fui capaz de visualizar la forma completa , no distinguí lo que debería ser la punta del pico delantero para que fuese un triángulo completo, lo que supongo que se debería al color de dicha nave y del cielo, por lo que bastante tiempo después sigo con la duda. Lo que si recuerdo es que en el medio tenía un foco redondo grande del que salía la luz verde. También recuerdo que los sonidos y el tiempo se paró en ese momento, pensé en llamar a Carlos para que viese semejante imagen, para que viviese el momento, cosa que tampoco sé si hice. No estaba nerviosa, no notaba miedo. 

Y de repente, desapareció, es esfumó, sin que me diese cuenta, empecé a escuchar los coches y a Carlos hablándome. Y apareció la intriga y la curiosidad, que persisten hasta el día de hoy ¿Qué era esa nave?

He de decir, que el primer recuerdo que tengo después de la desaparición de esta misteriosa nave, es levantarme al día siguiente, no recuerdo qué hice ni como llegue a casa, solo el despertar a la mañana posterior y hacerme preguntas a mí misma.

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